Al realizar las inyecciones subcutáneas con una sola mano, la acción resulta más fácil y segura para el usuario.
- Disminuye el riesgo de que se rompa la aguja.
- El seguro protector de la aguja minimiza el riesgo de inyectarse a sí mismo.
- Se garantiza la ubicación correcta del medicamento en el área subcutánea. El aumento de la precisión con la que se administra el medicamento ayuda a garantizar su eficacia.